Situado en el corazón de la capital, en el Quai de l'Hôtel de Ville, Le Trumilou es un lugar emblemático de la escena gastronómica parisina desde su apertura en 1964. La elegancia del restaurante recuerda el ambiente parisino de los años 50 y 60, evocando las películas en blanco y negro de Jean Gabin y Lino Ventura sentados alrededor de una mesa, charlando en torno a una buena comida. Le Trumilou es ante todo un marco excepcional con una vista ininterrumpida de Notre-Dame de París y del Panteón, un marco que por sí solo bastaría para atraer a los curiosos. Pero este restaurante tiene mucho más que ofrecer: auténtica cocina francesa casera, que es el orgullo de la casa. Dos especialidades atraen a entendidos de todo el mundo: la cazuela de mollejas y el pato con ciruelas pasas, platos que harán las delicias de los paladares más exigentes. La carta de Trumilou es un auténtico homenaje a la tradición culinaria francesa, con clásicos como los escargots, mayonesa de huevo cocido, entrecot con beurre maître d'hôtel, filete de ternera con salsa de pimienta, escalope normande, poulet fermier au cidre, tartare haché minute, y para terminar con una nota dulce, profiteroles, claras de huevo y crèmes caramels.